He continuado escribiendo... en secreto

A veces me viene la inspiración y escribo. Siento la necesidad de anclar mis palabras a algo, aunque nadie las lea. No obstante, he decidido que, ya que tengo un blog, no sólo lo usaré para escribir textos en prosa reflexionando sobre diversos temas sino que compartiré algunos escritos privados, pues es posible que lleguen a ayudar, animar e incluso hacer reflexionar a alguien.

Así pues, os comparto por primera vez uno de mis escritos. Este se llama "Vida":

Ay, lo que daría porque la vida no fuera efímera.
Lo que daría porque no fuera sólo un mero momento en el que somos conscientes de que existimos en este planeta.

Si la vida fuera infinita, no me cabe duda de que la aprovecharía.

Porque hay demasiadas cosas que quiero hacer y poca vida para todas ellas.

Perdemos muchos años aprendiendo "conocimientos generales".
Algo que termina siendo irónico porque pasado un tiempo no los recuerdan la mayoría de los mortales. 
 
Y después te encuentras con poca formación y, además, con menos tiempo.
Porque ya has gastado 16 años de tu vida.
Y 13 fueron en un aula de donde sacarás como máximo 3 o 4 lecciones que podrás aplicar al futuro.

Ay, lo que daría porque la vida fuera infinita.
Para poder aprender idiomas y culturas diferentes.
Para tener experiencias nuevas todos los días.
Para aportar mi granito de arena a personas que casi ni conozco.

Cambiar el mundo.

Dicho de esta última forma, suena demasiado grande, ¿no? Demasiado... imposible.

Pero realmente mi meta es esa. Mi deseo, mi objetivo...
Cambiar el mundo.

Sacarle una sonrisa a un niño pequeño jugando en secreto con miradas en la calle, aún con mascarilla se siente la timidez y ganas de jugar con alguien que al fin y al cabo no es más que un extraño para él.

Pero yo le he aportado un pequeño juego mientras el semáforo se ponía en verde.
Y él a mí me ha dado una nueva perspectiva sobre la vida.

Cuánto daría porque la vida fuera infinita.
Porque con tantas experiencias y personas que hay en el mundo, nunca podría ser aburrida.

Viajar, leer, avanzar como sociedad, comunicar, educar a esas pequeñas personas que en el futuro serán quienes lleven el mundo...

Y que lo lleven bien, teniendo unos valores inculcados desde pequeños, educados en la inclusión y la equidad, en el amor y la empatía, en la comprensión y el diálogo, en la importancia de la comunicación...

Ojalá la vida fuera infinita para poder enseñar a otra mucha gente a amarla tanto como la amo yo.

Quién me iba a decir que, lo que tanto odiaba hace un año, sería ahora la causa de mi felicidad más plena.

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