Mi historia de bullying y el diagnóstico tardío

Como muchas personas sabréis, soy autista. Mi diagnóstico fue tardío, a los 17 casi 18 años, y, porque yo lo busqué después de haberme informado sobre el tema y tener mis sospechas. Y, aunque hasta ese momento no tuve nunca ningún papel ni nada que dijera que era autista, debido a serlo, me hicieron bullying de los 5 a los 19 años, algo que tuvo gran impacto en mi salud mental y que, como ya comenté en otra entrada del blog, me llevaron a tener una ansiedad constante y buscar el perfeccionismo constantemente.

Siempre divido los tipos de bullying que he sufrido porque es injusto comparar el bullying de personas de 6 años al bullying de personas de 16. Así que, más o menos, los tipos de bullying por los que he pasado serían algo así:
  • El bullying caracterizado como "infantil" porque éramos pequeños. Se basaba en hacerme burlas y excluirme de juegos con comentarios como no puedes jugar con nosotros porque "no tienes padre" o "porque no tienes hermanos". Excusas absurdas que, teniendo en cuenta la edad, imagino vendrían de la idea de "no queremos que juegues con nosotres pero tampoco sabemos realmente por qué, así que te decimos lo que sea y está"
  • El bullying caracterizado como "divertido", sabiendo que estás haciendo daño aunque la intención es simplemente reírse un rato. Se basaba en hacerme burlas y "bromas" (que no tenían ninguna gracia), encerrarme en los baños a la hora del recreo, insultarme, ponerme zancadillas, robarme material escolar del estuche, tirar mi abrigo de mi percha asignada, etc.
  • El bullying caracterizado como "consciente" donde ya te metes con una persona con la intención de hacerle daño. Se caracterizaba en insultarme, pegarme delante de un grupo de gente, sentarse detrás de mí e ir empujando mi silla poco a poco hasta que ya casi no podía respirar porque ya tenía la mesa clavada, tirarme piedras por la calle, seguirme hasta casa con una navaja, quemarme con cigarrillos en la calle y tirarme cerillas encendidas al pelo a ver si había "suerte" y alguna me daba, reírse de mí aprovechando que yo no me enteraba (ahora sabemos que era porque soy autista)
  • Y el último bullying es ya el caracterizado como "cruel", pues sólo tenía la intención de "amargarme la vida" sabiendo perfectamente que lo que se hacía o decía me hacía daño (y sabiendo perfectamente mi diagnóstico). Se caracterizaba por gritarme, meterse conmigo por el grupo de WhatsApp de clase, poner a la gente en mi contra hablándoles mal de mí y diciendo que yo hablaba mal a las espaldas (algo que resulta irónico porque, [dejando de lado que yo no hablaba de nadie a las espaldas ni bien ni mal, porque con las experiencias previas había entendido que aunque fuera "hablar bien" podían sacar las cosas de contexto y liármela] cuando le estaban hablando a la gente mal de mí, estaban hablando a mis espaldas, así que para alguien inteligente no era difícil darse cuenta de quién estaba actuando hipócritamente), estar fijándose en mí y en todos mis gestos o actos que hacía para luego poder reírse de ello, decirme que decía que "soy autista" o que "soy trans" porque quiero llamar la atención (que, con 18 años, ya me dirás tú qué interés tenía yo en llamar la atención y para qué, si más bien era al contrario y, si me hubiera podido hacer invisible, lo habría hecho), etc.
En muchas ocasiones durante mi etapa escolar, recuerdo que mi literalidad daba lugar al bullying, porque me hacían preguntas (que ahora, mirándolo con perspectiva, imagino que serían retóricas o para reírse de mi) pero yo las respondía en serio. Y ahí, ya reaccionaban de manera agresiva con el "¿Me estás vacilando?" a lo que yo respondía "no sé lo que es eso, así que deduzco que no".

Muchas conductas autistas que yo tenía (y de las que soy consciente ahora, mirándolo con perspectiva) daban lugar al bullying. ¿Era entonces porque yo tenía "un problema" o "el problema" lo tenían las otras personas? No hay respuesta para ello.
Yo no tenía el problema, pero tampoco quienes se metían conmigo (al menos, hasta 1º de la ESO. A partir de ahí ya sí, porque ya deberían respetar las diferencias de las otras personas sin un papel por en medio que te diga por qué a ESA persona la debes respetar).

¿Mi vida habría cambiado mucho si hubiera tenido un diagnóstico temprano? Sí.
¿El diagnóstico temprano habría evitado que yo fuera víctima de bullying? No se sabe.

Ante circunstancias así, lo que es importante es la manera en la que se educa al alumnado y profesorado.
- No se puede actuar como si no pasara nada y la persona fuera alista (no autista)
- No se debe sobreproteger a la persona autista y darle "privilegios" como "hacer lo que quiera sin que haya consecuencias".
- No se les debe enseñar a sus compañeres a que deben aguantarse si la persona les pega, les tira cosas o se comporta de manera agresiva.
-  se le deben proporcionar alternativas a la persona autista como, por ejemplo:
- Poder estar con cascos aisladores en clase 
- Salir de clase si se agobia
- Tener un aula de referencia a la que pueda ir como si fuera una "zona de confort"
- se debe concienciar tanto al alumnado como al profesorado sobre la realidad de esa persona, que aprendan lo que es el autismo, y que los ruidos, las luces o el contacto físico le pueden resultar muy molestos hasta el punto de llegar a tener una crisis.

En conclusión, a todas las personas se les debe educar para respetar la diferencia. A día de hoy, hay muchas personas autistas sufriendo bullying, y muchas de ellas sin diagnóstico.

Nadie debería juzgar a nadie y si una persona te dice "no hagas x cosa porque no me gusta / me molesta / me duele", debería ser respetada y punto.

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